Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
LOS FALSIFICADORES DE ARTÍCULOS
Hay un artículo muy interesante de Mario Vargas Llosa en El País que les recomiendo leer. Se titula «La identidad perdida» ( El País , 21 octubre 2012, Pág. 35). Explica que un novelista americano, Philip Roth, descubrió que en la Wikipedia daban una descripción errónea de su novela The Human Stain ( La mancha humana ). Rápidamente escribió al responsable de esta enciclopedia virtual pidiendo una rectificación. La respuesta fue sorprendente: aunque reconocían que un autor es “una indiscutible autoridad sobre su propia obra”, su sola palabra no era suficiente para que Wikipedia admitiera haberse equivocado, ya que necesitaban además “otras fuentes secundarias” que avalaran la corrección. Inaudito ¿no?.
En el mismo artículo, Vargas Llosa, que recordemos, ganó el premio Nobel de literatura en 2010, explica como por la red circula un escrito suyo titulado “Sí, lloro por ti Argentina” en el cual critica a los argentinos. Hagan la prueba, y pongan entre comillas en Google “Sí, lloro por ti Argentina” y comprobaran las referencias. Incluso hay un video en YouTube (consulta realizada a finales de octubre de 2012). Vargas Llosa preguntó a su abogado los pasos a seguir ante esta infamia y éste le contestó que los derechos del copyright en el mundo digital era aún un tema confuso y que era mejor olvidarlo. No se pierdan el artículo.
No es el único caso de suplantar identidades. Gente que se divierte de forma poco honesta. Arturo Pérez Reverte lo sufrió con un supuesto artículo titulado “¿Españoles, sois idiotas?”. En realidad, era original de Jesús Sanz Astigarraga publicado en el rotativo Noticias de Navarra el 9 de diciembre de 2010, engordado, eso sí, de palabras propias del “falsificador”.
Otro caso más famoso aún es el poema “La marioneta de trapo” atribuido a Gabriel García Márquez. El falsificador tomó el original de un famoso ventrículo mexicano llamado Johnny Welch que incluyó el texto en su obra literaria. Lo que le he enseñado a la vida. El e-mail que uno recibe o lo que se lee en la red, es que el escritor colombiano está viviendo sus últimos días de vida y que ha decidido despedirse de sus amigos. García Márquez lo desmintió en El País el 1 de junio del 2000. El poema aún, después de 12 años, circula como cierto. En la fotografía, podemos ver a los tres protagonistas, Gabriel García Márquez (izquierda), la marioneta (llamada Don Mofles) y a Johnny Welch.
Ángel Rodríguez Vilagran
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio diciembre 2012 )
© Se permite su reproducción citando su procedencia.