Àngel rodríguez Vilagran
periodista. Girona
los libros del futuro
Mucho se está hablando de cómo van a ser los libros del futuro y de si el libro electrónico va a tener éxito. Cabe decir que ya hace tiempo que a través de Google podemos leer libros descatalogados y otros de más actuales. El enlace es: http://books.google.es
La cuestión no es la de poder leer libros en nuestro ordenador, si no la desaparición del libro de papel como tal. Este debate no es nuevo. Ya en 1959 se podía leer en el diario local de Gerona, Los Sitios (24 septiembre 1959, pág. 8), una crónica titulada “La Aventura del leer” con el siguiente subtitular: “Muy pronto, las máquinas leerán para nosotros los periódicos y los libros”. Lo que motivaba este atrevido subtítulo era la aparición del sincrolector en 1959, un aparato que ya estaba a la venta en Estados Unidos y que “valen tanto como una biblioteca”.
El rotativo gerundense afirmaba que “con esta máquina se podrán leer tanto los periódicos como los libros, y el procedimiento es similar al del magnetofón, sólo que no se trata de cintas magnetofónicas, sino de hojas sincroplanas. Las sincroplanas están grabadas al dorso, en una mezcla de tinta y hierro magnético, que recoge voces y sonidos. Para leer una sincroplana, se coloca la hoja en el aparato y se oprime un botón y … ya está”. La persona que deseara leer un libro o un periódico lo único que tenía que hacer era disponer de un sincrolector, colocar las hojas en el aparato y, “en vez de molestarse en leer, tumbarse en un sillón a escuchar. Que desde luego, es mucho más cómodo”.
La ventaja de estos libros, como señalaba en su día Los Sitios , era que uno “puede ser hasta analfabeto cosa que, por cierto – y a parte de las 23.000 pesetas del aparato- no se recomienda a nadie”.
¿Alguien recuerda este aparato? Pregunten a sus padres, abuelos … Busquen la palabra “sincrolector” en Google y miren cuantos resultados encuentran.
Desde el 19 de octubre del año pasado salió en España el esperado Kindle, el libro electrónico que permite leer libros digitales comprados únicamente en la librería de Internet Amazón. Kindle funcionaba desde el año 2007 en Estados Unidos, y finalmente Amazón decidió comercializarlo también en Europa. La versión económica cuesta 259 dólares y permite almacenar unos 1.500 libros, mientras que la cara cuesta 489 y permite 3.500. Cada libro tiene un coste entre los 3 y los 15 dólares. La media es de unos 10 dólares. Amazón tenía a finales de noviembre un depósito de 360.000 libros electrónicos. Un problema, y grave: ninguno de ellos en español. Se espera que los títulos en nuestra lengua no tarden. Eso sí, de 55 periódicos de casi todo el mundo que se podían leer, unos 5 estaban en castellano: El País y El Mundo entre ellos. Podemos encontrar más datos de este “juguetito” en http://www.amazon.com
Hay otros E-readers (así se conocen los aparatos que permiten leer libros electrónicos). Uno de ellos, por ejemplo, es el de Sony, que va desde los 700 euros hasta los 300. Podemos saber más en http://www.apoloxxi.com También hay el Papyre 6.1, que ronda los 300 euros con multitud de libros incluidos de regalo, su web es http://www.grammata.es/ La gran ventaja de estos dos e-readers es que tienen libros en castellano. Por cierto, en los tres casos, la pantalla es de grises, es decir, hay ausencia, de momento, de color. Los libros se descargan a través de Internet. La gran pena de todo ello es que aun no exista un solo formato de libro electrónico que sea compatible para cualquier aparato lector. ¿Recordáis la aparición del video allá en los años 80? Existían tres formatos: 2000, Beta y VHS. Al final se impuso un sólo formato, el VHS, que por cierto era el peor de todos pero el más barato. A la larga también habrá un solo formato. ¿Cuándo será? Es la gran pregunta.
(Artículo publicado en El Mensajero de San Antonio en dos partes, diciembre 2009 y enero 2010)
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